jueves, 4 de agosto de 2011

Apuntes sobre lo petardo

Vamos a examinar  desde los parámetros de la cultura española la acepción de “petardo” y
“petardeo”.  Efectivamente, como señala María Moliner, petardo puede ser una persona que nos resulta aburrida, fea en su actitud con los otros y carente de atracción personal. Huimos de esas personas que nos resultan tan poco atractivas desde distintos puntos de vista o, por el contrario, las podemos ensalzar en paradigmas de formas de vida extrañas o peculiares. La televisión nos da muestras desde hace ya décadas de esas personas petardas que nos alegran un poco el momento con sus delirios y excentricidades. Como bien apuntó en una ocasión Olvido Gara, ser un poco petardo es sinónimo de cierta inteligencia. Las extravagancias de Fabio Mcnamara en sus actuaciones de los años 80 son un ejemplo exquisito de esa actitud petarda y trasnochada de pasar por la vida. Podríamos decir incluso que es una rebeldía ante los corsés sociales impuestos por una parte de la población española, conservadora y biempensante. Recuerdo que en una entrevista que le hicieron le preguntaron que dónde iba a pasar sus vacaciones. A esta pregunta Mcnamara responde: “en Usera”. Usera, para aquellos que no lo sepan es un barrio de la capital madrileña alejado del glamour y de zonas adineradas. La respuesta, creo, no podría ser otra que la acidez de decirnos que no tiene por qué ir a ninguna parte exótica para justificarse socialmente. Esta es la interpretación que yo le hago. Es una respuesta petarda, irónica y humorística. La realidad, sin embargo, podría ser que Mcnamara ni ironizara ni bromeara, aunque sí intuyo que podría considerar tan divertida su respuesta que entrara en el juego del “petardeo”.
Junto con Pedro Almodóvar Mcnamara ha creado, de una forma espontánea e ingenua, todo un protocolo de actitudes petardas; situaciones inverosímiles si no las consigues entender. Desde luego, como señalaba Olvido Gara, hay que tener cierto sentido del humor y cierta inteligencia, que te hace colocarte por encima de la situación creada, para llegar a empatizar con momentos como los que se muestran en Laberinto de pasiones. Hoy día, esa película de 1982 sigue siendo extravagante pero muy, muy auténtica y quizás con alguna dosis de improvisación. Pertenece al cine de culto y se sigue reeditando en cualquier colección sobre el cine del aclamado director manchego. Las muestras de petardeo aparecen por todas partes, casi como un manifiesto de lo divertida que puede ser tomada la vida si la miramos desde esta óptica. Una secuencia que es muy ilustrativa del asunto abordado, es la sesión fotográfica de Mcnamara siendo asesinada por un supuesto loco, conocido como el loco del taladro. En esta secuencia se ve al actor tirado en el suelo mientras es dirigido en su agonía por Almodóvar para una secuencia de fotos de una fotonovela, tan de moda en aquellos años. Desde el vestuario estridente de Mcnamara (braguita de bikini, tacón de aguja, torera de pelo artificial, efectos especiales notoriamente artificiosos), hasta la cadencia que usa al hablar y su dicción, son manifestaciones plenas de lo petardo. Los diálogos, asimismo, complementan este acercamiento a esta forma artística:
—“Si consigo sobrevivir luego nos iremos a un cutrebar a comer algo con muchísima grasa: una fabada”—, dice instruido Mcnamara por el director de la fotonovela. Antes se había hablado de que podría ser también una empanada gallega.
Se necesita mucha idiosincrasia cultural española para poder alcanzar en su conjunto diálogos de este calibre en la película reseñada. Por mucho que podamos traducir “fabada” o “empanada gallega” o “cutrebar” a otras lenguas, es evidente que las connotaciones culturales que conllevan son difíciles de decodificar para otros países. Sin embargo, el humor que tiñe esta escena se puede calificar de petardo, por lo frívolo del momento, por echar mano de todos esos elementos culturales, folclóricos; por esa asociación humorística entre el placer y el dolor, por la verosimilitud con que son tratados los diálogos, a pesar de la extravagancia y por la artificiosa naturalidad con que el actor se desenvuelve en el plató a la hora de hacerse la sesión fotográfica.
No obstante, y ya vamos ahondando en otra de las etiquetas apuntadas más arriba, se me revelan algunos elementos kitsch en la escena: véase el decorado de fondo, con ese paisaje tan poco natural como uno de los numerosos tapices que poblaban los salones de los hogares españoles en los años 70 y 80; véase la revista con peinados y cómo al usar esas secuencias, la lengua que se utiliza es el francés, tan chic, tan kitsch a su vez en el momento en que fue rodada la película. Asimismo, se usa el inglés como otro elemento que se contrapone a todos los signos señalados:
—¿Y ese look?
—Es el nuevo look para foto porno sexy killer.

La mezcla de tres lenguas es significativa, según el momento, para lograr esa esfera de lo petardo y crear, con ello, una atmósfera divertida y relajada. Por otra parte, no creo que Almodóvar quiera hacer ninguna denuncia directa a nada ni a nadie en particular, sino solo crear un nuevo mundo posible fuera de convencionalismos y estereotipos de la tradición.

ENLACE SECUENCIA COMENTADA: http://www.youtube.com/watch?v=xdp2MX77I1o

Nuestra cultura se sigue nutriendo de esa forma de petardeo que, quién sabe, pudiera tener su origen en el esperpento valleinclanesco, aunque de una forma mucho más liviana e inocente. Pero está claro que lo petardo atrae a muchas personas y parte del humor de nuestro país se alimenta de esa actitud. Enumero algunos momentos de petardeo nacional:

-          Los sketch de los Moranco y su omaítas y charinis, de gran aceptación popular.
-          Momentos dignos de mención del humorista canario Jabicombé, altamente idiosincrásicos de esta región de España y difíciles de entender si no se ha vivido en el archipiélago. (Animo a los que aprecien esta forma de mirar el mundo a ver sus vídeos en Youtube). Destaco las parodias de los anuncios de Activia y los de Schweppes en los que aparecen Uma Thurman y Nicole Kidman.
-          Momentos protagonizados por grupos musicales como Fangoria o las Nancys rubias y el aludido Fabio Mcnamara, la Terremoto de Alcorcón o Paco Clavel.
-          Las parodias del que fuera uno de los grupos de humor más relevantes de los años 80 y 90: Martes y 13. Parodias de Isabel Pantoja, Encarna Sánchez, Ana Torroja, etc.
-          Distintas secuencias de cineastas como el comentado Pedro Almodóvar, Ramón Salazar, Yolanda García Serrano y Juan Luis Iborra, el trío de directores Alfonso Albacete, David Menkes y Miguel Bardem, momentos del cine de Álex de la Iglesia,
-          Series españolas rehogadas, entre otros muchos aspectos, de un toque petardo: Aquí no hay quien viva, La que se avecina, Aida, Los hombres de Paco, Yo soy Bea, Mis adorables vecinos, etc. Se ha de recordar, para los incrédulos, que estas series han sido seguidas y algunas todavía lo son, por millones de personas.
-          Algunos momentos encontrados en artículos de Elvira Lindo, Boris Izaguirre…
-          Ciertos seguidores de Eurovisión y su manera de entender el festival musical.

Se ha de puntualizar, por supuesto, que no todo lo que aparece en estas obras reseñadas es petardo. Ni mucho menos. Pero sí algunos momentos que forman parte de nuestro subconsciente cultural y de una actitud ante la vida y su forma de pasar por ella.

4 comentarios:

  1. "Haré de ti,la reina de Halloween" Tengo que desempolvar esta película, que hace siglos que no la veo, y ya casi que la recuerdo vagamente!! Desde luego es el no va mas del petardeo de las películas de Almodóvar.
    En ocasiones el límite entre lo petardo y lo "friki", también es muy difuso... sino, solo tenemos que recordar a Tamara y su "No cambie" todo un boom de la época, ¿era petardo o "friki"? Yo creo que más bien lo segundo...
    Besos Juan Carlos, que te tenía un poco abandonado. Pero es que eres muy prolífico jejeje

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  2. Oye, buenísimo, me ha encantado, ahora, he descubierto que soy petarda, porque todo lo que nombras (Omaita, la Lindo, algunas series y demás) me fascina, jajaja... Totalmente de acuerdo con esta frase: "Se necesita mucha idiosincrasia cultu...ral española para poder alcanzar en su conjunto diálogos de este calibre en la película reseñada. Por mucho que podamos traducir “fabada” o “empanada gallega” o “cutrebar” a otras lenguas, es evidente que las connotaciones culturales que conllevan son difíciles de decodificar para otros países." Es imposible "traducir" o decodificar muchos fragmentos de los Morancos, por ejemplo (no sé, se me ocurre por ejemplo la Wendy vestida de la legión, jaja) y es que Spain is different, jajaja
    Lucy

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  3. "Ciertos seguidores de Eurovisión y su manera de entender el festival musical."
    Ajajaja esto le ha puesto la guinda a la lectura de la entrada, la verdad es que comparto su afirmación, pero poniéndonos serios, la verdad es que está todo muy bien explicado, bueno, yo lo he entendido todo jaja y también me ha encantado jaja nunca pensé encontrarme con una entrada dedicada única y exclusivamente a lo petardo, y ha sido muy interesante :)

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  4. Hola, LadyKroeger:
    La idea se me ocurrió a través de las otras dos entradas (lo Camp y lo Kitsch). Cuando estaba escribiendo sobre ellas, pensé que a veces había actitudes o manifestaciones artísticas que no me cuadraban dentro de sus parámetros estéticos. Poco a poco fui cayendo en la cuenta de que tal vez era esa estética que se suele asociar con los 80 españoles y que todo el mundo conoce como la movida (entre las cuales aparece la palabra "petardo" o "petardeo" por doquier. Entonces empecé a reflexionar y así fue cómo le fui dando cuerpo a esta entrada. Esto es solo una aproximación, porque desde luego, el tema da lugar a una tesis doctoral. Ahora bien, habría que encontrar la persona que osara a dirigírtela, ¡jejeje!
    Sigo pensando, no sé si lo has visto, que el momento Almodóvar+Mcnamara es un buenísimo paradigma de lo que trato de explicar.

    Un abrazo, Lady

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